Verónica Llinás lloró en una verduleria por una jubilada:"No se puede comprar ni un kilo de papas"

LA ACTRIZ SE QUEBRÓ POR LA DIFÍCIL SITUACIÓN ECONÓMICA DEL PAÍS

ACTUALIDAD26/08/2023RsRs
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VERÓNICA LLINÁS

En una nota en Infobae, Verónica Llinás contó un episodio que le pasó con una jubilada en una verdularia por los altos precios de los alimentos y se quebró al recordarlo.

"Yo no me intereso por la política partidaria y a pesar de lo que mucha gente cree, ‘esta K’, yo qué sé, no es así. No me identifica ningún partido político, lo cual no quiere decir que en determinado momento no tome actitudes políticas. Cuando hubo que defender que no desapareciera la financiación del INCAA, claro. No estoy de acuerdo con lo que hizo el INCAA todo el tiempo y me parece que fue medio un nido ahí, pero que no haya más plata para las películas implica para mí la muerte del cine. Yo no voy a defender eso. Yo puedo militar eso como si de pronto hay un viento como para militar la eutanasia lo voy a hacer, y como fue por supuesto lo del aborto. Pero no. En ese momento el aborto sí me parecía muy importante pero ahora ya no hay nada”, dijo sobre su postura politica.

"Estoy muy triste con lo que pasa con el país y medio enojada con toda la clase política. Yo sé que esto suena medio boludo, diciendo: ‘Ay, que se vayan todos’, pero es un sentimiento genuino. No veo hasta ahora por dónde pueda salir la cosa. Veo gente buscando poder y no buscando dar. Buscando tomar, no buscando dar”, expresó.

“La verdad que es muy triste (ir a votar en este contexto). Sobre todo en un país que tiene tanta riqueza”, manifestò.

“Es un nivel de dolor que me produce que, te confieso honestamente, necesito evadirme. Por eso en algún punto me quejo de que estoy muy atareada con este triple rol en Antígona y qué sé yo, pero por otro lado creo que también de alguna manera me salva de conectarme más sensiblemente. El otro día fui a comprar verdura y había una viejita con un bastón que preguntó cuánto estaba el kilo de papas. Me emociono, como una boluda. Dijeron tanto, y... ‘No, no, no puedo. Deme verdurita’. Un kilo de papas, ¿entendés? No se puede comprar un kilo de papas. Entonces salí llorando”, relató.

 “Por supuesto le compré las papas, pero tampoco podía creerlo la señora... ‘¿Qué es esta bolsa?’. ‘No, no, no importa, papas’. ‘Pero no es mía’, decía. ‘Bueno, no importa’. No puede ser que estemos viviendo esto. Veo eso y tengo ganas de salir a asesinar a todos los políticos de aquí a 30 años, ¿entendés? Me pasa algo muy violento. De algún modo el arte, el meterse en esto, a la vez es un escape, y a la vez uno también siente que le proporciona a un montón de gente que lo necesita, otro escape”, cerró.

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